San Pablo viajó hasta los confines de la tierra para proclamar el Evangelio. Formó muchas comunidades de fe en torno a la Palabra que predicaba y siguió radicalmente el llamado de Dios a ir llevando el Evangelio a donde fuera necesario proclamarlo. Siempre en movimiento, las fronteras geográficas nunca impidieron que San Pablo siguiera desarrollando sus relaciones con amigos y colaboradores. Nos inspiramos en su ejemplo para hacer lo mismo.
Como Hijas de San Pablo, somos hermanas misioneras enviadas en el espíritu de San Pablo para llevar a Cristo al mundo a través de los medios de comunicación más eficaces. A nivel mundial, hay más de 1,900 Hermanas Paulinas sirviendo en más de 50 países.
Aquí en los EE. UU. y Toronto, Canadá, nuestras 120 hermanas viven y realizan su labor pastoral en 13 lugares físicos. Llegamos a millones de personas en todo el mundo a través de las comunicaciones digitales. Y todavía escuchamos el llamado continuo del Señor para responder a las multitudes que aún no conocen a Jesucristo.
Hemos sido tocadas por el amor transformador de Dios. Este amor nos impulsa a comunicar creativamente a Cristo en todo lo que decimos y hacemos. A través de nuestra consagración religiosa, el Señor nos envía como escritoras, artistas, oradoras, maestras, músicos, editoras, administradoras, productoras de audio y video, y más. Guiadas por el Espíritu, utilizamos nuestros dones para presentar el Evangelio de forma creativa a través de la interacción personal, la palabra digital e impresa, los podcasts, las redes sociales y la música. Los medios de comunicación actuales nos ofrecen enormes oportunidades para invitar a las personas a encontrar y vivir una relación con Jesucristo en todos los aspectos de su vida cotidiana.
Estamos reconfigurando nuestra presencia en los Estados Unidos y Canadá para movilizar a nuestras Hermanas para nuevas y diversas oportunidades pastorales con alcance en persona y en línea.
Nos comprometemos a:
- Volver a dedicarnos a la excelencia en la publicación y la creación de contenidos.
- Transformar nuestras librerías existentes en centros de evangelización más dinámicos
- Hacer crecer nuestras plataformas digitales con contenidos visionarios, relevantes y pastorales para extender el mensaje del Evangelio a un público más amplio
- Fomentar una cultura de comunicación cristiana, para que los bautizados puedan vivir su llamado a compartir a Cristo con los demás
Para cumplir con estos compromisos, nos mudaremos de las ubicaciones de Honolulu, Hawaii; Chicago, Illinois; Charleston, South Carolina; y San Antonio, Texas. Reconocemos que nuestra partida dejará un vacío. Si bien estaremos cerrando las ubicaciones físicas en estas áreas, el carisma paulino permanecerá presente a través de las comunidades que hemos formado.
Una estrategia principal para avanzar la misión paulina en estas ciudades será colaborar con los obispos y las diócesis locales para abrir nuevos caminos donde las Hijas de San Pablo seguirán ejerciendo su ministerio. Mantendremos abiertas las líneas de comunicación e involucraremos a la Iglesia local a través de nuestra presencia digital, los cooperadores laicos, el ministerio presencial itinerante y el alcance pastoral creativo que refleje nuestro carisma y atraiga a más personas a Jesús y los Sacramentos.
Decir que extrañaremos a estas comunidades es quedarse corto. Son, y seguirán siendo, parte de nuestra familia. Agradecemos a quienes nos han acogido, apoyado y colaborado en nuestra misión de evangelización. Desde el comienzo de nuestra presencia en los EE. UU. y Canadá, su apoyo y oraciones han hecho posible que vivamos nuestro llamado radical a evangelizar la cultura. Anhelamos asociarnos con aquellos que comparten nuestro espíritu misionero para dar a conocer a Cristo.
Nuestro carisma paulino, verdadero don del Espíritu, prospera y da fruto espiritual. A lo largo de las décadas que hemos llevado a cabo nuestro ministerio, se han formado comunidades Paulinas que incluyen Cooperadores Paulinos comprometidos. Estos laicos y laicas se comprometen personalmente a vivir la espiritualidad y la misión paulinas; junto con nuestros amigos y voluntarios dedicados, son misioneros locales. Las Hijas de San Pablo seguirán animándolos a realizar su discipulado.
El llamado radical a ser misioneros tras las huellas de San Pablo nos ayuda a todos a vivir verdaderamente en unión con las personas a las que servimos, que están experimentando desplazamientos, cambios y migraciones a nuevos territorios. En nuestro Bautismo, el Señor nos llama a todos a ser apóstoles que se mueven en la libertad del Espíritu de Dios, sin ataduras a los límites de nuestra época. Afirmamos este nuevo día de Dios. Abrazamos de todo corazón esta nueva efusión del Espíritu.
Somos hermanas comunicadoras (#MediaNuns).
Estamos en movimiento (#OnTheMove).
Acompáñanos.